Cuando corro el mundo
se va deslizando, los kilómetros van abrazando a mis piernas, mis locos
pensamientos van más allá de lo normal o lo anormal, será producto de la
soledad, del frío, del calor o de las preguntas sin razón que me hacen
considerar la opción de tomar hasta un taxi, subirme al primer autobús que
pase, o bien, agarrar el metro e irme a dormir a mi casa, o simplemente
abandonar, pero siempre, al final son más poderosas nuestras grandes razones
para llegar hasta el final de cada carrera o maratón. Así vemos el mundo cuando
corremos...
El mundo lo vemos en
otros colores, del oscuro cielo de la madrugada, pasamos a un azul radiante que
se observa al ritmo de nuestras pulsaciones cardiacas. El mundo a través de los
ojos de un corredor hace que las cosas más simples nos proporcionen la fortaleza para continuar el día con buen
ánimo, la felicidad se da a cada paso, es como una construcción de algo que no
sabes qué es. A pesar de que los problemas existen, de que las cosas
algunas veces no resulten, de que existen cosas tristes en nuestras vidas, al
correr simplemente el mundo es nuestro, esas penas son borradas y esparcidas en
la brisa dejada detrás...
Las tristezas, los
odios, los enojos, o los absurdos problemas corren mucho también a nuestro
lado, pero nuestra mente a través de los años nos dio a conocer o ver que
estamos envueltos en una cobija de endorfinas y acabamos ganándoles, dejándoles
muy atrás, y no es que vamos a escaparnos de ellos, sino que les encontramos
una solución y nos damos cuenta que simplemente les dimos una gran importancia
a esas trabas de la vida. Así vemos el mundo cuando corremos...
Correr es como un arte
personal en la vida, correr te da esos principios que muy poco se ponen en práctica
en nuestras actividades de la vida diaria, cruzamos un parque o una calle en la
mañana y el momento hace que nos alcance otro corredor, nos saluda, nos da
los buenos días con tanta alegría, que no necesitamos saber su nombre, con sólo
saber que lleva puesto un par de zapatos de correr, sabemos que pertenece a
nuestro mismo mundo de colores...El Color del pensamiento.
Coge consejo y llega a viejo
Si la gente nos oyera los pensamientos,
pocos escaparíamos de estar encerrados por locos.
Jacinto Benavente.
Rumor de cuatro esquinas
Hay muchos escritos
sobre las etapas que cubre el corredor en los maratones. Aquí hice un pequeño resumen
para que se diviertan con su la lectura. ¿Sabes cuáles son esas 8 famosas
etapas del corredor en el Maratón? Aquí te las cuento para que te preguntes a
ti mismo si no es así...
Etapa 1. (KM 1)
La euforia
Estamos iniciando la
competencia y tenemos la adrenalina al máximo “yeiii siii estoy listo, ¡mi
mente está enfocada y he entrenado mil kilómetros para esto!, ¡Vamos por
la meta!”
ETAPA 2 (KM 8)
La negación
Ya comenzamos a ver qué estamos bien, nos sentimos bien y tal vez no
necesitemos ese último puesto de agua que acabamos de pasar... “Bueno, ahí voy,
un poco mas lento pero no pasa nada, y creo que se me olvidó ponerme vaselina,
pero no hay problema, no necesito tomar nada aun… ¡mira, una subida… que
divertido!”
ETAPA 3 (KM 18)
El shock
Ya esto es la mitad de la carrera y tu mente empieza a decirte que… que…
esteee… pues no es ni la mitad y mira como vamos… “la llevo corriendo un buen rato
y esto va a ser un poco mas difícil de lo que pensaba... uff... uff”
ETAPA 4 (KM 25)
Aislamiento
A menos que estés en ciudades grandes, donde se vea mucho público en las
calles, para este kilómetro te diriges hacia las afueras de la ciudad y muy
probablemente el público ya es escaso en este punto…. Estás más solo que la
una. “¿Y la animación?, ¿no hay nadie?,
bueno seguiremos corriendo así. En la soledad. ¿Quién necesita de
gente que la anime?.....”
ETAPA 5 (KM 30)
Desesperación
Aquí es donde llegas a la distancia que has entrenado y de aquí en delante
es territorio inexplorado, sin embargo ya llevas un tiempo corriendo y parece
que esto nunca va a terminar. “! Me voy a morir! ¿Por qué me inscribí en esto?,
¡esto nunca acaba!, ¡creo que ya se me cayó una uña! Lo bueno es que no me he
topado con el muro”
ETAPA 6 (KM 35)
El Muro
Si no te abasteciste correctamente, este es el momento en que toda la
glucosa de tu cuerpo se acaba y tendrás que “auto consumirte” eventualmente,
mientras tanto ¡Zuassss!, ahí está el muro. “! noooo! ¡No puede ser!, ¡choqué
con el muro!, ¡dejen de pasarme, cretinos! ¡Seguro van dopados todos ustedes!
(Luego en otro artículo les explico qué es el muro).
ETAPA 7 (KM 37)
AFIRMACIÓN
Tu cuerpo decide “auto consumirse” y empieza a desdoblar las grasas para
seguir avanzando, aquí tu mente prácticamente ordena a todo el cuerpo moverse y
recuerdas la famosa frase “no vine a iniciar una competencia, vine a terminar
una competencia!”, “¡un pie enfrente del
otro, ya vamos llegando y que pena claudicar cuando falta tan poco!”
ETAPA 8 (KM 42.195)
EUFORIA
¡Llegamos!... ¡wooow! ¡Ya terminamos el objetivo contra viento y
marea! “Me voy a dormir por una semana y
voy a comer mi peso en pasta... Deme carbohidratos y una cerveza!!!